Hace unas semanas pusieron en Lidl unas patatas moradas que me parecieron muy curiosas, no sólo porque son de mi color favorito y pensé que a los niños les haría también gracia, así que el día que vinieron mis sobrinos hice la prueba... todo un éxito, ya me están preguntando qué cuando se las volveré a hacer... jejeje
Simplemente cortamos las patatas con la mandolina y las freímos con aceite caliente, al sacar si queréis las espolvoreais de sal.
Buenísimas!
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