Se podría decir que este fue mi primer bizcocho, lo hice por primera vez bien jovencita, la receta es de un libro de recetas de esos de propaganda de Maizena, no sé si el primero que sacaron o al menos desde que yo empecé a coger el gusto por la cocina, bueno lo hice un montón de veces y justo ahora me vine a acordar, además es ideal para quien no quiera comer mucha grasa pues no lleva ni aceite ni mantequilla, sólo los huevos.
No es un bizcocho para tartas porque es como una esponja, lo chupa todo jejeje y para emborracharlo para tartas quedaría fangoso, pero si lo quieres para hacer unos bizcochitos para desayuno o merienda, queda genial.
Tenía unos moldes muy apropiados para esta época de Semana Santa y los he querido aprovechar, han quedado geniales pero la próxima, aunque sean de silicona, hay que untarlos en aceite pues si no son más complicados para sacar, las patitas, las orejitas...
Bueno no me quedaron tan mal ¿verdad?
La idea era haberlos decorado un poco pero... no dio tiempo, volaron!
Ingredientes:
65 gr de maizena (harina de maíz).
100 gr de azúcar (original 125 gr).
65 gr harina de trigo.
4 huevos L.
1/2 sobre de levadura Royal.
una pizca de sal.
Preparación:
Tamizamos juntas las harinas, la levadura y la sal.
Batimos las yemas con el azúcar durante unos 5 min. Tiene que quedar bien espumoso.
Por separado, montamos las claras a punto de nieve y las reservamos.
Mezclamos las harinas con la espuma de yemas y luego le añadimos las claras montadas, mezclamos con movimientos envolventes para que no se baje, con cuidado.
Vertemos en los moldes y ponemos a 170º unos 20 min, si fuera más grande ir comprobando con un palillo.
Bon profit!
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