Le pedimos al carnicero que nos corte unas láminas finas de solomillo de ternera, no es fácil cortarlo en casa, si lo queremos hacer, hay que congelar el solomillo para poderlo cortar con una máquina corta fiambres que no todos tenemos en casa, así que es más fácil pedirselo al carnicero de confianza.
Ponemos el carpaccio en un plato de servir y lo rociamos con un buen aceite de oliva virgen extra y con pimienta recién molida.
Lo servimos con unas láminas de queso parmesano por encima.
Espero que os guste!
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