Me encantan los jalapeños, los había comido varias veces rellenos de queso, pero nunca los había preparado en casa. Los que comí eran tamaño mini, para aperitivo, pero los que encontré eran un pelín grandes, tamaño XXL y aunque un poco preocupada por el resultado porque ya sabemos lo que pican los pimientitos...
Aún así me arriesgué y los compré.
Me gustan los sabores fuertes pero esta vez me decanté por un queso gorgonzola suave y como tenía aún medio paquete de pan rallado japonés (panko) que me sobró de la última cena de chicas que hice en casa, que fue de cocina asiática pues también lo aproveché y bueno, el resultado juzgad vosotros mismos, yo pienso repetir!
Ingredientes:
1 paquetito de jalapeños frescos.1 paquete queso gorgonzola suave o picante.
harina, huevo batido y pan rallado, en mi caso panko.
aceite para freir.
Preparación:
Abrimos los pimientos jalapeños a lo largo para sacar les las semillas, os aconsejo utilizar un guante pues sólo de quitarles las semillas el dedo queda bastante irritado y durante bastante tiempo, no puedes tocarte ni la boca ni los ojos... jejejeeeee, bueno es un consejo!
Dejamos el rabito pues quedan más monos pero otra opción es quitárselo y sacar las semillas por arriba y quizás es más fácil de rellenar, pero a mí me gustan las cosas difíciles ;)
Rellenamos con un trozo de queso gorgonzola y los pasamos por huevo, harina, otra vez por huevo y por pan rallado japonés (panko).
Freir en aceite no demasiado caliente para dar tiempo que se haga el pimiento que quedará un poco al dente si queremos evitar que el queso se salga todo. Por eso lo he rebozado 2 veces para hacer una capa un poco más gruesa y así han quedado perfectos, eso sí el queso fundidito.
Bueno el primer bocado te duerme la boca, los demás ya saben a gloria =0)
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